Por: Ph.D. Sofía Murtagh
Comprender la dinámica del vínculo que establecen técnicos y productores es uno de los aspectos centrales a la hora de pensar en el éxito o en el fracaso de las iniciativas de desarrollo rural. Por este motivo se diseñó una investigación para indagar los aspectos psicosociales implicados en la relación técnico-productor. Los trabajos de campo del estudio tuvieron lugar en localidades rurales de la provincia de Formosa (Argentina), donde se tomaron entrevistas abiertas, semi-estructuradas y encuestas tanto a pequeños productores como a extensionistas, pincipalmente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SsAF).
A continuación se presentan algunos de los resultados centrales del estudio
Descripción del conocimiento de los productores: La extensión rural supone la interacción de técnicos y productores en el contexto de procesos de enseñanza y aprendizaje. Para estudiar estos procesos es necesario entender cómo incorpora conocimientos el productor y cuáles son las características de estos conocimientos. Se los describe aquí como saberes que se transmiten de generación en generación y que se aprenden desde la infancia en el seno de la familia nuclear . Estos conocimientos tienen una fuerte impronta sensorial donde es fundamental `ver´y `hacer´ para poder aprender. El productor, a su vez, es un aprendiz basado en problemas cuyo mayor incentivo para adquirir nuevos conocimientos o destrezas suele ser la resolución de situaciones cotidianas.
¿Cómo se describen mutuamente técnicos y productores?: Los campesinos asumen como propios aquellos conocimientos relacionados con la práctica concreta y con el trabajo en la chacra mientras que describen al conocimiento de los extensionistas como abstracto y proveniente de los “libros”. Suelen desestimar la utilidad del asesoramiento técnico sobre cómo producir pero destacan la utilidad de los conocimientos técnicos relacionados con el uso de abonos, fertilizantes e insecticidas. En estos temas se sienten más inseguros y consideran sumamente útil el aporte de los extensionistas ya que “para eso estudiaron”. Por su parte, los técnicos en general mostraron su valoración por el `saber hacer´del productor en cuanto al trabajo de la chacra, aunque pudo percibirse en su discurso la coexistencia de posturas difusionistas y dialógicas ya que si bien valoraban el conocimiento del productor y se proponían incorporarlo, en otras situaciones estos saberes eran vistos como obstáculos para el trabajo de extensión.
Los extensionistas en general opinan que los productores son resilientes, hospitalarios y generosos pero al mismo tiempo cortoplacistas y pasivos. Por su parte, los productores valoran especialmente a los extensionistas que trabajan con empatía y horizontalidad y se muestran reticentes frente a los técnicos que se posicionan de un modo jerárquico frente a ellos.
Propuestas técnicas: La tesis en lugar de analizar cada propuesta técnica en particular, se plantéó estudiar la adopción de innovaciones en función de determinantes psicosociales y técnico-productivos. El trabajo da cuenta de cómo las necesidades sentidas por los productores, sus teorías previas respecto de la propuesta en cuestión, la posibilidad real de acceso a insumos y la minimización de riesgos, entre otros temas, resultan items centrales en la adopción o rechazo de las distintas propuestas técnicas. Resulta indispensable entonces conocer las opiniones y creencias de los productores asociadas con las distintas propuestas y es fundamental indagar si estas responden o no a necesidades genuinamente percibidas por los agricultores.
Los extensionistas: Por considerarlos un elemento fundamental en los procesos de extensión, el estudio incorpora a los técnicos como unidad de análisis y los consulta sobre sus motivaciones, dificultades y estrategias de trabajo. Entre los resultados se destaca que los técnicos entrevistados presentan incentivos altruistas, humanitarios y sociales. Por otra parte, pudo observarse que gran parte de las dificultades planteadas por ellos podrían aminorarse si se amplía la formación en ciencias humanas y sociales a los extensionistas, quienes en efecto lo demandan.
Finalmente, el trabajo presenta una serie de propuestas a partir de los resultados obtenidos para maximizar el impacto de las iniciativas de desarrollo rural con pequeños productores agropecuarios. Estas propuestas son agrupadas en tres grandes grupos: a) Propuestas para adecuar la formación de extensionistas, orientadas a las instituciones educativas que los capacitan; b) Propuestas para incorporar la perspectiva campesina, dirigidas a las agencias de extensión y a los técnicos y c) Propuestas de mejora para las instituciones a cargo del diseño de los programas de desarrollo rural.
El trabajo completo puede encontrarse: Aquí